¿CÓMO FORTALECER MI AUTOESTIMA?
Tips para fortalecer la autoestima.
La autoestima es el valor que le damos a la idea que tenemos de nosotros mismos. La empezamos a forjar desde pequeños y entran en juego muchos factores, como nuestra personalidad y las personas que nos rodean. Es triste ver cada día más personas con la autoestima por el suelo, pero la buena noticia es que podemos aprender a fortalecerla.
Lo primero es entender que es un proceso. ¿Cuántos años llevamos forjando una baja autoestima? No se puede pretender despertar mañana creyendo en nosotros mismos. Es algo en lo que se debe trabajar todos los días y, como con todo, habrá días mejores que otros. Aquí les dejo unos tips que me han ayudado en este proceso.
M E R E C I M I E N T O
- Trabajar en el merecimiento: saber, creernos e interiorizar que nos merecemos querernos, tener una autoestima fuerte y que sí es posible llegar a ella. Date tu lugar, tú eres la persona más importante en tu vida.
- Encárgate que dependa de ti: darnos permiso de confiar en nosotros mismos sin importar quién más lo haga, porque nuestro criterio frente a nuestra propia vida es más importante que el de cualquier otra persona.
I N F L U E N C I A
- Cuidar quién nos está “influenciando”: las cosas que vemos todos los días influyen mucho en lo que pensamos y cómo nos sentimos, por eso, es importante revisar qué vemos constantemente y cómo nos hace sentir, ya sean las personas que seguimos en redes sociales, que vemos en televisión, etc. Es bueno exponernos a personas que nos motivan e inspiran, que nos dan ganas de crecer o que nos generan admiración, pero no a personas que vemos como un ideal inalcanzable (una idea de lo que creemos que debemos ser, pero que, realísticamente, nunca vamos a alcanzar, porque nadie es tan perfecto como se ve en Instagram), porque esto solo genera frustración y resentimiento hacia nosotros mismos.
- Cuidar los ‘recordatorios’ que nos dejamos: al igual que las demás personas, nosotros también nos ‘influenciamos’ en nuestro día a día, y no siempre de la mejor manera. Por ejemplo, ponemos mensajes o imágenes de fondo de pantalla, en nuestro escritorio o cualquier lugar donde podamos verlos constantemente. Revisa cómo te hacen sentir estos mensajes y qué quieres lograr con ellos.
- Dejar de compararnos: cada persona vive de acuerdo a sus condiciones y posibilidades, por lo que es normal que llevemos procesos diferentes. Compararnos con los demás es una de las prácticas más tóxicas que hay, porque lo único que trae son sentimientos de frustración e inferioridad. Es importante concentrarse en lo que hemos logrado por y para nosotros mismos, y no en lo que nos falta para ser como ‘x’ persona, porque esa persona está en otro punto, ha llevado otra vida y otros procesos. A mí me sirve mucho repetirme esto en mi mente cuando me doy cuenta que me estoy comparando.
C O M U N I D A D
- Contar con un grupo donde te sientes escuchado y valorado: las personas que te rodean deben aportar y no restar a tu proceso. Es necesario rodearte de personas que te ayuden a sentirte lo suficientemente seguro como para empezar a confiar más en ti y te apoyen en los momentos de duda e incertidumbre.
C O N O C I M I E N T O
- Tomar conciencia y entender de dónde viene el hecho de sentirnos mal con nosotros mismos nos ayuda a tomar las acciones necesarias para cambiarlo. En mi opinión, la mejor forma de hacer esto es conociéndonos, preferiblemente con acompañamiento psicológico.
T O L E R A N C I A
- Trabajar en la tolerancia al fracaso: no se trata de tirarnos a matar y dañar todo en la vida para “aprender a afrontarlo”, pero sí aprovechar las situaciones difíciles que se nos presentan como oportunidades para crecer y fortalecernos como personas.
L E N G U A J E
- Pep-talks: muchas veces en el día es necesario parar todo y darnos una pequeña charla motivacional. Recordarnos que es más lo bueno que lo malo que tenemos, que valemos la pena y que, aunque hay días más fáciles que otros, estamos trabajando por sentirnos mejor con nosotros mismos.
- Frenarnos cuando nos estamos hablando feo y cambiar las palabras negativas por positivas: por ejemplo, en vez de decirte a ti mismo “tú definitivamente no sirves para esto” di algo más amable como “esta vez no lo hiciste bien, pero al menos lo intentaste, a la próxima seguro lo harás mejor”.
- Críticas constructivas con amor: evaluar y resaltar qué nos gustaría mejorar de nosotros mismos está bien, siempre que lo hagamos desde un lugar de amor propio y motivados por nuestro deseo de crecer como personas, no desde un lugar de rabia, inconformidad, envidia u otro sentimiento de este tipo.
A C E P T A C I O N
- Aceptar que en la imperfección hay valor: nadie es perfecto ni tenemos por que intentar serlo. Cambiar aquello que consideramos una imperfección no necesariamente nos va a hacer más felices, en especial si eso solo se logra lleno de odio y rabia.
V I S U A L I Z A C I O N
- Empezar el día decidiendo qué mentalidad vamos a tener con respecto a nosotros mismos. ¿Cómo me voy a tratar hoy? ¿Voy a ser paciente conmigo mismo? ¿Voy a darme mi lugar? Esto es importante para reafirmarnos que, cada día, volvemos a tomar la decisión de continuar en este proceso, que, aunque puede no ser fácil, trae mucha paz y felicidad.
A G R A D E C I M I E N T O
- Agradecernos: una mente agradecida tiende a ver todo con más positivismo. En vez de reclamarle a nuestra mente y cuerpo lo que nos falta en habilidades, capacidades, logros, entre otros, agradezcámosle todo lo que hace por nosotros y lo que ha logrado hasta ahora. La idea es prevenir que dejemos de disfrutar lo que tenemos, por andar pensando en lo que nos falta.
Recuerden que en la salud mental no hay absolutos, lo que funciona para unos puede no funcionar para otros. Si frecuentemente no se sienten bien con ustedes mismos y sienten que esto interfiere con su funcionamiento o bienestar, no duden en acudir a un psicólogo. Siempre es un buen momento para empezar a trabajar en nosotros mismos.