
BENDITA TRISTEZA
¿Para qué sirve?
No voy a preguntar si alguna vez se han sentido tristes porque es obvio que sí. Pero, alguna vez se han preguntado esto qué función tiene en nuestras vidas, tipo, para qué ***** pasa?!?! Pues aunque no lo parezca (y aunque dé rabia), la tristeza cumple muchas funciones en nuestra vida.
Cuando una persona se siente triste, manda señales (expresiones faciales, lágrimas, entre otras) a sus seres cercanos pidiendo ayuda, cariño, comprensión y apoyo, lo que fomenta la unión entre ellos y el desarrollo de la empatía. La empatía la necesitamos para relacionarnos y formar vínculos entre nosotrxs. También es lo que nos impulsa a ser personas altruistas y actuar en pro del bienestar de los demás.
Tal vez si perdiéramos el miedo a demostrar la tristeza, tuviéramos personas más empáticas…
La tristeza también nos impulsa a reflexionar y generar procesos de introspección, es decir, observar nuestro estado de ánimo y reflexionar sobre nosotrxs mismxs.
Este proceso de concentrarnos en nosotrxs también sirve para protegernos del ambiente que nos rodea. Si estamos tristes, lo más probable es que nuestro entorno esté lleno de estímulos desagradables que nos van a hacer más daño, entonces la tristeza, al generar que nos ensimismemos, nos ayuda a que procesemos menos esos estímulos, protegiéndonos así de ellos.
Otra forma en que la tristeza nos protege es generando que nuestros procesos cognitivos funcionen más lento, lo que nos sirve para no gastar energía en cosas que no podemos cambiar. Esto también nos lleva a procesar más lento lo que nos está pasando y, entre más lento llegue a nosotrxs la información negativa, menor probabilidad tendremos de sentirnos abrumadxs por ella.
La tristeza también nos permite apreciar el valor que algo tiene, pues nos indica qué es importante para nosotrxs: no nos vamos a sentir tristes por algo que no nos importa. Al señalarnos las cosas que tienen valor, nos fomenta el agradecimiento por ellas. Es decir, sentirnos tristes ocasionalmente, nos ayuda a ser personas más agradecidas y a valorar más aquello que, aunque consideramos importante, muchas veces damos por sentado.
Podría decirse que la tristeza es una emoción que nos ayuda a ser mejores personas y a vivir de una mejor forma. Sin embargo, en la salud mental no hay absolutos, si frecuentemente estás experimentando altos niveles de tristeza que interfieren con tu funcionamiento o bienestar, es esencial que acudas a un profesional en el área de la salud mental.
Siempre es un buen momento para empezar a trabajar en nosotros mismos.
Con amor,
Chawi.
Aquí les dejo este libro si quieren saber más del tema:
Mestre, J. M., & Guil, R. (2011). Regulación de Emociones: Una Vía a la Adaptación. Madrid: Pirámide.

